¿Qué hacer en Varsovia por 8 EUR?
A continuación, te presentamos las muchas y excepcionales atracciones que te tiene preparadas Varsovia por esta cantidad. Tú decides, y para elegir hay: museos afamados en Polonia y en el exterior, una residencia real, la mejor galería polaca de arte contemporáneo o el mayor estadio de Polonia. ¿O a lo mejor lo que prefieres es desayunar con la gente local en un mercado de desayuno, almorzar en un restaurante o comer en un bar obrero? Elijas lo que elijas, la experiencia será inolvidable.
Una impresionante vista panorámica de la capital es lo que ofrece esta terraza-mirador, situada en la planta 30a del monumental Palacio de Cultura y Ciencia. Los 114 metros de altura los recorrerás en apenas medio minuto, subido en uno de los ascensores superrápidos operados por una botones. Los fines de semana de verano, el mirador permanece abierto hasta casi la medianoche: un bonito pretexto para quedarse boquiabierto con la imagen nocturna de Varsovia.
Entrar en el Muzeum Narodowe significa poder admirar una gran colección de obras maestras del arte nacional e internacional. Sus galerías temáticas comprenden pinturas murales del s. VII halladas en la catedral cristiana de Faras en Sudán, altares genuinos del s. XV o pinturas de la talla de La Virgen y el Niño, San Juan y un ángel de Sandro Botticelli, El cenador de Aleksander Gierymski, El extraño jardín de Józef Mehoffer o la monumental Batalla de Grunwald de Jan Matejko.
La exposición multimedia del Muzeum Fryderyka Chopina presenta la vida de este célebre varsoviano y genial compositor. Entre las piezas reunidas en el histórico Palacio de los Ostrogscy, encontrarás una mano del compositor hecha de metal fundido, el piano de cola Pleyel que Chopin utilizó en los últimos años de su vida o un rizo de su pelo, guardado por sus familiares.
Al visitar la exposición interactiva del Muzeum Powstania Warszawskiego, recorrerás las calles de Varsovia bajo la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Recorriendo el recinto de lo que fuera una antigua central eléctrica que alimentaba la red tranviaria, vivirás el ambiente del heroico levantamiento de los varsovianos, conocerás anécdotas contadas por los sublevados y verás piezas auténticas del alzamiento.
Al entrar, te zambullirás en la fascinante historia de la ciudad y sus gentes a través de una colección de objetos auténticos que conforman la exposición «Cosas de Varsovia». El Museo se distribuye en 11 casas históricas de la Plaza del Mercado de la Ciudad Vieja, cuenta con un mirador y una sala de cine en la que se proyectan películas sobre Varsovia.
Residencia real perfectamente conservada, el Palacio de Wilanów abre los aposentos de sus antiguos inquilinos: el rey Juan III Sobieski y su amadísima esposa, la reina Marysieńka. Recorriendo los interiores, haz un alto en la alcoba: es aquí donde el rey, desde su gran… lecho de ceremonias, recibía a sus invitados. En la imponente Sala Blanca se encuentra una colección de retratos de los sucesivos dueños del palacio y en la Galería Norte, un rico conjunto de obras de arte reunidas por uno de los propietarios, Stanisław Kostka-Potocki.
Único en toda Europa, el Muzeum Neonów, con el diseño original de sus letreros luminosos, obras de reconocidos artistas gráficos de la época comunista, será un deleite para tus ojos. De letreros como aquellos, quedan pocos en los espacios urbanos. Para verlos por la ciudad, consulta al personal del museo, quien te indicará los que puedan verse a pie de calle.
Conocer las últimas tendencias en el arte contemporáneo nacional e internacional en el privilegiado entorno de la Galería Nacional del Arte Zachęta, eso no tiene precio. El bello edificio histórico acoge, además, tertulias con artistas, muestras de cine o conciertos.
Aquí podrás conocer las inquietudes de los artistas polacos e internacionales. Antes de convertirse en lo que es hoy, el edificio fue corte de los príncipes de la región de Masovia y residencia real, pasando a ser desde principios del s. XIX el hospital militar más antiguo de Polonia.
Mirador del campanario de la Iglesia de Santa Ana
Esta terraza-mirador ubicada en lo alto del campanario de la Iglesia de Santa Ana es un buen lugar para deleitarse con una bella vista panorámica de la Ciudad Vieja y del lado opuesto del Vístula. Tras superar los 150 peldaños de piedra, llegarás a la terraza que ofrece unas amenas vistas y permite sacar unas fotos de recuerdo. Un buen fondo sería la Columna del rey Segismundo, el eje pasante Trasa W-Z, el Vístula o el Estadio Nacional.
El sistema Veturilo, abierto 24/7 y con alquiler autoservicio, es una buena idea para explorar la ciudad en bici. Con una amplia red de ciclocarriles, Varsovia te llevará a todos sus rincones. Si te cansas del bullicio del centro, toma la ribera de las explanadas o salta al otro lado del río para disfrutar de un recorrido por su bosque.
El barrio de Praga, hoy uno de los distritos más hípster de Europa, surgió como un pequeño pueblo multicultural. Su historia y la de su gente la conocerás visitando el Muzeum Warszawskiej Pragi. La colección ofrece una impresionante maqueta de la Praga del s. XVIII, un gran número de objetos de uso cotidiano algo peculiares (un medidor para la cruz del caballo o una máquina para fabricar bollos, por ejemplo). Aquí también los vecinos del barrio te contarán sus anécdotas.
La entrada es como embarcarse en una máquina del tiempo que te transportará a la Polonia comunista para conocer, entre otros elementos auténticos, un piso de la época con enseres de uso cotidiano y un largo etcétera de objetos genuinos. El museo ofrece además, como pieza de exposición, una tienda de estanterías vacías, la sala de un colegio infantil o una floristería. En su interior no podía faltar tampoco, en una muestra temática, la historia del sindicato “Solidaridad”.
El recinto del Centrum Interpretacji Zabytku alberga la historia del origen, destrucción y reconstrucción de la Ciudad Vieja después de la Segunda Guerra Mundial. Asómate a un estudio de arquitectura de los años 50 del siglo pasado, mira el modelo del casco histórico de la capital, ubicado bajo un suelo de cristal, o conoce las imágenes de la Varsovia de preguerra y las películas genuinas de los tiempos de su reconstrucción. Llegado a este punto, terminarás entendiendo el motivo por el que la Ciudad Vieja quedó inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Para empaparte de lo medieval, visita las criptas de uno de los principales templos de Polonia: Archikatedra św. Jana.
En su interior, se encuentra la tumba en la que yacen los restos de Janusz I, príncipe de Masovia, muerto hace 600 años, caballero que luchó en la batalla de Grunwald; en las catacumbas están además sepultados numerosos dignatarios de la Iglesia, mandatarios y políticos, entre ellos: Estanislao Augusto Poniatowski, Gabriel Narutowicz o Ignacy Paderewski.
Aparato único, con más de un siglo de historia, el Fotoplastikon muestra fotografías antiguas en tres dimensiones. La exhibición va acompañada de éxitos musicales de antaño grabados en vinilos, con lo que puedes palpar el ambiente de unos tiempos en los que la fotografía era cosa de profesionales.
Uno de los jardines botánicos más antiguos de Polonia, el Ogród Botaniczny UW es un agradable refugio del calor y del bullicio de la ciudad. Al recorrer las encantadoras callejuelas del jardín, descubrirás la belleza de miles de plantas de la flora polaca e internacional. Y para descansar, siempre podrás sentarte en los bancos a la sombra de los majestuosos árboles seculares.
El museo se encuentra en una casa histórica, lugar en el que nació esta polaca universal, científica, la única mujer en recibir dos Premios Nobel. Al cruzar el umbral del museo, darás con el laboratorio de Marie Curie, pasarás al pequeño saloncito de los Skłodowscy en el que sigue respirándose el ambiente de su época, podrás también conocer recuerdos genuinos de la científica, como correspondencia suya, fotografías de sus familiares o su propio abrigo.
La visita al Estadio Nacional, el campo de fútbol más moderno de Polonia, te llevará al terreno de juego, a la zona reservada para jugadores o al vestuario que durante la Eurocopa utilizó Cristiano Ronaldo. El estadio se inauguró en 2012 en el mismo emplazamiento en el que existió otro estadio llamado “Stadion X-lecia”.
El planetario te llevará de viaje por la órbita para ver la Vía Láctea o una película en 3D proyectada sobre su pantalla esférica. Durante aproximadamente una hora de sesión, descubrirás las muestras de vida en el universo, conocerás las entrañas de un volcán o vivirás un encuentro cara a cara con animales que viven en lo más profundo de los océanos.
Un tour por este estadio te permitirá saborear las emociones del equipo de fútbol con más palmarés de Polonia. La visita incluye en su recorrido la grada de los incondicionales –Żyleta-, el banquillo de suplentes o los vestuarios.
Quién no soñaba con ser maquinista de niño… En Stacja Muzeum podrás hacer realidad tu sueño, aunque sea por breves momentos. Se trata de una antigua estación de trenes en la que hoy día hacen su parada históricas locomotoras y trenes. Entre sus atracciones, hay piezas únicas en el mundo, como un vagón de artillería genuino de la Segunda Guerra Mundial o un vagón-salón del antiguo presidente de la Polonia comunista, Bolesław Bierut. El vestíbulo de la estación alberga maquetas y modelos de trenes, teléfonos antiguos, billetes emitidos hace años y muchos tesoros ferroviarios.
Imprescindible para conocer los orígenes de la vida, comprobar cómo era el Tarbosauros, primo asiático del cruento T. Rex, o ver reconstruida la figura de Lucy, la célebre australopiteco. Además de esqueletos auténticos de grandes reptiles, el Muzeum Ewolucji tiene en su colección la rana más antigua que se conoce, un banco de peces anfibios, forma transicional de hace varios cientos de millones de años, y numerosos fósiles de mamíferos y reptiles primitivos.
Trajes tradicionales, objetos de artesanía popular, recipientes que han dejado de utilizarse o herramientas utilizadas en Polonia y otras regiones europeas, todo eso y más te espera en el Państwowe Muzeum Etnograficzne. Para entender el uso que tenían los antiguos utensilios, el museo ofrece material explicativo audiovisual. A su vez, las obras de arte popular permiten comprender la noción de Dios y la realidad bíblica a los ojos de los artistas pueblerinos.
En el Muzeum Archidiecezji Warszawskiej, a través de las xilografías de Alberto Durero, esculturas góticas de Cristo o de la Virgen, o de antiguos cuadros, descubrirás la misteriosa belleza del arte religioso. Entre las piezas hay, además, utensilios litúrgicos espléndidamente ornamentados, recuerdos de Juan Pablo II, del Cardenal Stefan Wyszyński y una gran colección de muebles y relojes históricos.
El Muzeum X Pawilonu Cytadeli Warszawskiej ocupa uno de los módulos de la decimonónica cárcel imperial rusa. Por sus celdas pasaron como prisioneros políticos célebres personalidades de la historia de Polonia, como Romuald Traugutt y Józef Piłsudski.
El recorrido muestra la historia de esta plaza fuerte, conduce a un pequeño taller de imprenta clandestina, una forja o una cafetería con más de cien años de antigüedad. A su vez, a través de los cuadros de Aleksander Sochaczewski, pintor deportado a Siberia, conocerás este dramático destino de muchos polacos condenados a la expulsión.
Durante la Segunda Guerra Mundial, fue este el mayor centro para prisioneros políticos en Polonia; hoy sus sótanos se muestran al público. El itinerario de la visita discurre a través de un pasillo de la cárcel, lleva al corredor de la muerte recreado a partir de los documentos y relatos de los prisioneros, permitiendo ver piezas como poemas, memorias, mensajes clandestinos, calendarios y otros objetos menudos elaborados por los propios internos.
Un recorrido por la historia del deporte, desde sus comienzos en la Antigua Grecia, pasando por la historia de los Juegos Olímpicos y el desarrollo de los deportes en Polonia hasta la actualidad. El Muzeum Sportu i Turystyki alberga una colección de antorchas olímpicas, ofrece la vibrante emoción de los mejores comentarios deportivos, muestra al visitante piezas como el traje y lo esquís utilizados por Adam Małysz, uno de los mejores saltadores de esquí de la historia, una piragua que utilizara Juan Pablo II, numerosas medallas logradas por los deportistas olímpicos polacos, incluido Robert Korzeniowski, tetracampeón olímpico de marcha.
Los dibujos e imágenes del Muzeum Karykatury de la mano de los mejores autores satíricos te arrancarán más de una sonrisa. Las exposiciones temporales son una oportunidad para conocer la obra de artistas de la talla de Andrzej Czeczot, Szymon Kobyliński, Andrzej Mleczko, Sławomir Mrożek, Marek Raczkowski o Henryk Sawka.
La bebida nacional por excelencia cuenta con su propio museo – Muzeum Wódki – que ofrece una amplia colección de piezas relacionadas con el consumo, la publicidad y la venta de esta bebida alcohólica. Entre las numerosísimas de piezas, se encuentra un vasito de vodka de Napoleón Bonaparte, una cantimplora utilizada por el ejército francés durante su campaña rusa, o un gran número de botellas, algunas de cristal tallado, etiquetas, pegatinas o letreros de hasta 180 destilerías de vodka polacas.
Poco se necesita para que visites el país de los sueños de tu abuela: el museo ofrece más de un centenar de piezas rehabilitadas. El Museo no es solo una muestra de casitas y pequeños pisos: en él, podrás ver una escuela municipal en miniatura, una casa victoriana, la reconstrucción de una misa a tamaño de muñeca o -lo más antiguo de la colección- un altar gótico con 200 años de historia.
Cines para cinéfilos
Las pequeñas salas de cine son una inmejorable opción para disfrutar de lo mejor del séptimo arte, sin que el ruido de las palomitas te estropee la experiencia. La cartelera incluye filmes desconocidos en los alborotados multicines: ambicioso cine de autor, obras de reconocido prestigio internacional o títulos taquilleros de hace años. Además, con la vuelta de la entrada te podrás regalar un buen café.
Regálate un paseíto por Królewski Ogród Światła, cuyo nombre se debe a una espléndida iluminación que, con forma de árboles y alfombras florales, llena el parque palaciego de Wilanów. Los fines de semana y festivos, el espectáculo de luz, imagen y sonido en tres dimensiones proyectado sobre la fachada palaciega te trasladará hasta la corte del rey Juan III Sobieski.
Mercados de desayuno
Para mezclarse con la gente local, allí están los mercados de desayuno. Se celebran los fines de semana al aire libre, siendo una cita imprescindible para los proveedores y restauradores locales que ofrecen en sus menús platos elaborados con productos frescos y sanos. Además, puedes apuntarte a talleres, participar en muestras culinarias o comprar productos de cultivos sostenibles para llevarlos a casa.
Bar mleczny – lo más tradicional en bares obreros
Por 8 Euros podrás almorzar en uno de tantos comedores populares, famosos por sus módicos precios y comida casera. En un ambiente al estilo de la Polonia comunista, probarás platos típicos, como los tradicionales pierogi, pyzy -albóndigas de patatas con carne, leniwe -pastas a base de requesón, harina y huevo-, borsch, callos –flaki– o una de las sopas más típicas, żurek.
Almorzar
Para almorzar, te sugerimos una de las muchas tascas o restaurantes con menús de autor que ofrecen una amplia selección de cocinas, desde la gastronomía local, platos nacionales e internacionales, hasta la cocina vegana. Diversos establecimientos ofrecen sus menús del día hasta muy entrada la tarde.