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¡Brindemos por Varsovia!

Na zdrowie! –o ¡a tu salud!– es una expresión que sin mayores dilaciones se aprenden los extranjeros que visitan Varsovia, y en especial cuando toca salir a tomar una caña o una copa. Los aficionados a la caña precisamente encontrarán en Varsovia unos cuantos multi-taps o establecimientos que ofrecen de lo más variado en cerveza artesanal bien provistos del género de importación o nacional, a menudo elaborado en pequeñas cervecerías tradicionales.

Ahora bien, el alcohol que está más vinculado a Polonia es el vodka, bebida de alta graduación obtenida a partir de la fermentación y destilación de cereales o patatas. Aparte de las marcas reconocidas como el Chopin o el Belvedere, lejos de Polonia se conoce también el Żubrówka, o vodka aromatizado con hojas de hierba silvestre.

Otro tipo distinto, y muy especial, son los licores, o bebidas olorosas preparadas por maceración de frutas o hierbas aromáticas en alcoholes fuertes.  Si bien el vodka y los licores se toman sin acompañamiento o con una pequeña tapita, últimamente los sumilleres han puesto los ojos en este tipo de bebidas, proponiendo las selecciones de gama alta como complemento a los platos del menú. Así lo hace, por ejemplo, el restaurante Elixir by Dom Wódki famoso por su bien provista bodega.

Y una vez en Varsovia, ¿por qué no probar la sidra hecha en el lugar? Polonia es el primer país exportador de manzanas en Europa y la región de Masovia cuenta con extensas huertas de manzanos. Dada su popularidad, la sidra es una bebida fácilmente accesible, pudiendo comprarse en tiendas o bares. Los conocedores apreciarán las sidras artesanas, obtenidas por aplicación de los métodos más ancestrales y a partir de las variedades de manzana locales de mayor arraigo. Como curiosidad, pruébense también los vinos polacos que ofrecen algunos restaurantes y vinotecas.