Instituto Histórico Judío

Tiene su sede en lo que antes de la guerra fuera la Biblioteca Judaica Principal. Aquí, en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, se reunían los impulsores del clandestino Archivo del Gueto de Varsovia, con Emanuel Ringelblum a la cabeza. Este conjunto documental de nombre epónimo – Archivo Ringelblum – sigue siendo uno de los testimonios más importantes del Holocausto de los judíos polacos y ha sido incluido por la UNESCO en su Registro de la Memoria del Mundo.

La exposición principal “Lo que no le pudimos gritar al mundo” recupera las palabras recogidas por un miembro del grupo Oneg Shabbat (hebr. Alegría del Sábado), David Graber, de 19 años, en su testamento. Documentos, cartas, filmaciones –todo ello te acercará a la vida de los habitantes del gueto y a las emociones que los acompañaron en todo momento: el miedo ante lo inevitable de la muerte, el deseo de guardar la memoria de sus seres más queridos y de dejar una huella en esta tierra. En la exposición podrás ver además una de las dos lecheras originales que sirvieron para esconder enterrados los documentos del archivo, descubierto por pura casualidad una vez terminada la guerra.

Y si no has estado nunca en una sinagoga, te animamos a visitar una segunda exposición: “Bet Tefila – Casa de Oración” (Bejt tfila – Dom modlitwy). Entre sus piezas, el tradicional mobiliario y utensilios de las sinagogas polacas y alemanas, incluidas las piezas rituales, como un rollo de la Torá u objetos de uso cotidiano como las llaves del templo.

Instalaciones para personas con discapacidad:

Dwupiętrowa, zabytkowa kamienica z fryzem i zdobionym gzymsem.
Żydowski Instytut Historyczny, fot. Filip Kwiatkowski