Ciudad Vieja
La Ciudad Vieja, o Starówka, es toda una joya de la capital. Impresiona con sus casas de colores y un ambiente único de sus callejuelas.¡Por algo quedó inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO!
Acuérdate de visitar el Castillo Real. Es aquí donde fue promulgada la Constitución del 3 de Mayo, la primera carta magna europea y la segunda en el mundo. En los aposentos de esta antigua sede de los gobernantes de Polonia podrás ver, entre otras, diversas pinturas de Rembrandt o de Bernardo Bellotto, llamado Canaletto.
En la Plaza del Castillo se erige, en una alta columna, la figura del rey Segismundo III Vasa, quien allá por el s. XVI trasladó de Cracovia a Varsovia la capital del reino. Se trata del monumento laico más antiguo y el más alto de la capital, punto de referencia y lugar habitual para quedar entre los varsovianos.
Sin embargo, la plaza más antigua y la más cautivadora es la Plaza de Mercado de la Ciudad Vieja.¡Ver para enamorarse! Data de finales del s. XIII y comienzos del x. XIV y solía acoger actos solemnes, ferias, aunque también ejecuciones públicas. La plaza lleva allí más de siete siglos y, sin embargo, apenas si ha cambiado. En su centro se halla un monumento de la sirenita, guardiana de la ciudad y su escudo de armas.
Si quieres conocer la historia de la ciudad visita el Museo de Varsovia o recorre la Ruta de Sótanos con Cultura de la Ciudad Vieja.
Te recomendamos ver la barbacana, la campana de la calle Kanonia o darte un paseo a lo largo de las antiguas murallas defensivas, con una foto de rigor del Vístula desde el mirador de Gnojna Góra. Pasa adentro de la archicatedral, templo que alberga tumbas de los príncipes de Mazovia, de Estanislao Augusto Poniatowski, último rey de Polonia, o del célebre pianista y político Ignacy Jan Paderewski.
En verano la Starówka se llena de terrazas y se convierte en escenario de festivales culturales. En invierno, a su vez, la Ciudad Vieja y la Ruta Real lucen una hermosa iluminación navideña.