Iglesia de la Santa Cruz

Difícilmente podrás pasarlo de largo si vas de paseo por la Ruta Real. Monumental y barroco, este templo domina con sus dos torres la calle Krakowskie Przedmieście; a su entrada hay una estatua a Cristo cargando la cruz, una de las escultura más conocidas de Varsovia. Antes de entrar mira su mano alzada e imagina el significado que tendría para los varsovianos el propio gesto conjugado con el lema “Sursum Corda” –arriba los corazones– en los tiempos de las particiones o durante la ocupación nazi.

Lugar en el que se celebraban ceremonias religiosas, manifestaciones patrióticas y entierros de los polacos más ilustres, entre ellos escritores, sacerdotes o militantes políticos, la iglesia luce en su paredes placas conmemorativas de estos acontecimientos. Las bellas esculturas y pinturas de sus interiores son las mismas que hace años presenciaron las plegarias de aristócratas, reyes o presidentes. En 1683 el rey Juan III Sobieski se encomendó a Dios y pidió por la patria antes de partir a lo que sería su victoriosa expedición de Viena y el 3 de mayo de 1792 fue aquí donde se celebraron los actos del primer aniversario de la Constitución de Mayo. 

Es admirable el altar principal, con ornamentos de oro, las capillas laterales se merecen un alto, y el lugar en el que reposa el corazón de Fryderyk Chopin, célebre compositor polaco, es algo que no te puedes perder. Cada año el día del aniversario de la muerte del compositor los interiores de la iglesia se llenan con la música del Requiem de Mozart.

Y si lo que quieres es conocer mejor la historia de este extraordinario templo accede a la parte baja para ver las tumbas de muchos que le dedicaron su vida. ¿Sabías que la calle Świętokrzyska –literalmente calle Santa Cruz– debe su nombre a esta basílica?

Instalaciones para personas con discapacidad:

Krakowskie Przedmieście, po lewej stronie Bazylika Świętego Krzyża, spacerują ludzie, słoneczny dzień, lato.
Kościół Św. Krzyża, fot. Filip Kwiatkowski