Varsovia en 2 días
Dos días permiten ver muchas de las principales atracciones y monumentos de la capital. Día uno, visita el interactivo Museo del Alzamiento de Varsovia y regálate un paseo por la histórica Ruta Real. El día dos acércate al. hermoso parque de Łazienki y al inspirador Museo POLIN.
Primer día:
Lugar único que permite entender Varsovia, este museo interactivo fue creado para conmemorar un acontecimiento que cambió por completo el aspecto de la capital: el Alzamiento de Varsovia de 1944. Escucha las historias de los sublevados, baja a la antigua red de alcantarillado similar a la que utilizaron los combatientes para trasladarse entre las zonas en conflicto y contempla a vista de pájaro el panorama de una capital arrasada que ofrece la película Ciudad de Ruinas. Sobre el Muro del Arte, mira los murales temáticos de la mano de los artistas polacos más conocidos. Y fíjate en el propio edificio: se trata de una antigua central eléctrica de la red tranviaria.
La Ruta forma un eslabón que une tres residencias históricas de los reyes de Polonia: el Castillo Real, el Parque Real de Łazienki y Wilanów. Se trata del itinerario más prestigioso de la capital. A lo largo de las calles Krakowskie Przedmieście y Nowy Świat se encuentran el Palacio Presidencial, el campus principal de la Universidad de Varsovia, hermosas iglesias e hileras de bellas casas históricas.
Siguiendo la Ruta Real llegamos a la elegante y verde por su rica vegetación Aleje Ujazdowskie, avenida en torno a la cual se agrupan embajadas y ministerios. La Ruta histórica termina en la residencia real de Wilanów. Una buena idea es recorrerla en invierno, que es cuando el itinerario luce su mejor iluminación navideña.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Ciudad Vieja impresiona con sus casas de colores y el ambiente único de sus callejuelas. En la Plaza del Mercado encontrarás a la sirenita, símbolo oficial de la ciudad.
No te pierdas la antigua barbacana defensiva o la campana de la calle Kanonia, y haz un recorrido por las murallas. Acuérdate, como no, del Castillo Real. En los aposentos de esta antigua sede de los gobernantes de Polonia podrás ver pinturas de Rembrandt o de Bernardo Bellotto, también llamado Canaletto.
Pocas son las capitales europeas que puedan presumir de un río como el Vístula. Sus orillas naturales, hábitat de numerosas especies de aves salvajes, lindan con las explanadas de una gran ciudad. En verano es aquí donde los fines de semana se traslada la vida de la capital. Los vecinos y los visitantes acuden seducidos por sus acogedores bares, cafés, chiringuitos, eventos al aire libre, o sencillamente, por las playas urbanas de arena fina que invitan al descanso. Un paseo en barco por el Vístula es una buena opción para cambiar la mirada sobre Varsovia.
La Explanada del Vístula ofrece unas condiciones inmejorables para descansar paseando a pie o en bicicleta. Con unas pérgolas que dan sombra y farolas en forma de vela se ha logrado imprimir a la zona un carácter especial. Puedes sentarte sobre las esculturas de piedra que representan peces o fauna acuática o subir a una terraza-mirador. El paseo está adaptado a personas de movilidad reducida y familias con niños.
Segundo día:
El parque, que conforma una extensa zona verde en torno a la residencia de verano del último rey de Polonia, Estanislao Augusto Poniatowski, es uno de los lugares de paseo preferidos por los vecinos de la capital. En su recinto podrás encontrar varias orangeries, un anfiteatro e incluso un jardín chino. Y entre los atractivos de Łazienki, sus inquilinos permanentes: las ardillas y los pavos reales. Muy recomendada es la visita al Palacio de la Isla (Pałac na Wyspie), cuyos interiores despliegan una gran variedad de decorados y albergan una galería de pinturas.
El parque es famoso por sus Conciertos de Chopin que tienen lugar todos los domingos del 19 de mayo al 29 de septiembre a las 12.00 y 16.00 horas. Para disfrutar de la música basta con acercarse a la estatua de Chopin, sentarse sobre el césped y escuchar.
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El museo recupera la memoria de la rica convivencia milenaria entre los dos pueblos: el polaco y el judío. Gracias a una exposición interactiva podrás embarcarte en un extraordinario viaje a través de los siglos, pasear por las calles de una judería de los tiempos de preguerra o descubrir los estrechos lazos existentes entre las culturas de ambas naciones. Mención aparte merece el edificio POLIN, cuya asombrosa arquitectura lo ha convertido en todo un referente de la Varsovia moderna.
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