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Siguiendo las huellas del realismo socialista

Realismo socialista: así es como después de la Segunda Guerra Mundial se construían los edificios de las administraciones públicas o hasta manzanas enteras de la ciudad. Buen ejemplo del estilo son el Palacio de la Cultura y la Ciencia o las urbanizaciones residenciales de Muranów y MDM. ¿Te apetece descubrir el ambiente de los tiempos pasados? Visita el Museo de los Neones y el Museo Czar PRL para conocer una muestra de la Polonia socialista, o date una vuelta por Varsovia subido a los vehículos de época.

Construido en los años 50, con sus 237 metros de altura, es el edificio más alto de Polonia y un icono contemporáneo de la ciudad. Si das una vuelta alrededor de Pałac Kultury i Nauki podrás ver –tan características del estilo– esculturas de gran tamaño que representan campesinos, obreros y científicos. El Palacio es sede de varios teatros, museos y un cine. No te puedes perder su mirador de la 30a planta que ofrece una vista panorámica de Varsovia, de sus espectaculares rascacielos y de ambas riberas del Vístula.

Las dos urbanizaciones son un clásico del realismo socialista. Ambas construidas en los años 50, MDM ocupa la zona de Plac Konstytucji, extendiéndose por la calle Marszałkowska y Waryńskiego. Las fachadas de los edificios, al igual que el Palacio de la Cultura y la Ciencia, lucen bajorrelieves que representan obreros o mujeres con niños.
Muranów, a su vez, se erigió sobre las ruinas del antiguo gueto. El proyecto preveía la construcción de viviendas, escuelas, guarderías y cines. Observa los característicos portones de gran tamaño que pueden verse ya en el punto en el que arranca la calle Władysława Andersa.

¡Eso sí que es viajar en el tiempo! Este inusual museo te dejará en los tiempos de pleno comunismo, con su piso típico, tiendas de un vacío legendario en sus estantes, un dispensador de agua mineral callejero o las oficinas del Comité Central del partido. La exposición ofrece también una muestra sobre la historia del sindicato “Solidaridad”.

Termina el itinerario disfrutando de la afamada naranjada Oranżadka Grochowska y quédate un rato para echar unas partidas de los juegos de mesa de la época.

En el complejo posindustrial de Soho Factory se encuentra un establecimiento único en el mundo, Muzeum Neonów. Sus fondos reúnen una colección de carteles publicitarios luminosos diseñados por artistas polacos de los años 60 y 70. Las decenas de neones solían adornar tiendas, centros comerciales y cafés de toda Polonia. Mira las imágenes de sus emplazamientos originales y descubre su proceso de fabricación.

Te recomendamos un paseo a pie o a bordo de lo que ya son vehículos clásicos de los tiempos del comunismo, que recorrían las calles de las ciudades de Polonia. Súbete al autobús “Jelcz”, más conocido por su sobrenombre de “El Pepino”, que hace honor a la forma que tiene, embárcate en un minibús “Nysa 522” o alquila uno de tantos “Fiats 126p” (o “peques” por su reducido tamaño) para dar una vuelta por las calles de la ciudad.